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Jornada 23 REAL MURCIA 0-1 VILLARREAL (09/02/2008)

NOS VAMOS A SALVAR

A PESAR DE LOS ÁRBITROS.

 REGLA DEL FUERA DE JUEGO.

La aplicación de la regla de fuera de juego se divide en tres pasos: posición de fuera de juego, infracción de fuera de juego y sanción.

Un jugador está en posición de fuera de juego si está "más cerca de la línea de meta contraria que el balón y el penúltimo adversario", a menos que se encuentre dentro de su propio campo. Un jugador que esté en línea con el penúltimo oponente no se considera fuera de juego. Hay que darse cuenta de que los dos oponentes pueden ser el portero y otro jugador de campo, o dos jugadores de campo. También debe remarcarse que la posición de fuera de juego se determina en el momento en el que el balón es tocado o jugado por un compañero de equipo — la posición de fuera de juego de un jugador no se verá alterada por el movimiento posterior de los compañeros de equipo o de los adversarios. Es importante denotar que situarse en situación de fuera de juego no es, en sí, una infracción.

Infracción de fuera de juego

Un jugador en posición de fuera de juego sólo comete la infracción de fuera de juego si, "en el momento en que el jugador toca o es jugado por alguien de su equipo" él está, según el árbitro, involucrado en la jugada ya sea: interfiriendo el juego o a un contrario, o tratando de sacar ventaja de esta posición.

Determinar si un jugador está involucrado en una jugada puede ser complejo. Un jugador no comete una infracción de fuera de juego si recibe el balón directamente de un saque de banda, de puerta o de esquina. Tampoco comete infracción de fuera de juego si el jugador toca y juega un balón que ha sido tocado por última vez por un jugador del equipo contrario (si el toque fue intencionado).

La FIFA publicó unos nuevos consejos para interpretar la regla de fuera de juego en 2003, y éstos se incorporaron a la regla 11 en julio de 2005. La nueva redacción busca definir precisamente los tres casos como sigue:

  • Interferir el juego significa jugar o tocar el balón pasado o tocado por un compañero de equipo.
  • Interferir a un contrario significa evitar que un contrario toque o pueda jugar un balón obstruyendo claramente su línea de visión o sus movimientos, o haciendo un gesto o movimiento que, según el árbitro, llame la atención o distraiga al contrario.
  • Sacar ventaja de la situación de fuera de juego significa jugar un balón que rebota en su dirección desde un poste, o jugar un balón que rebota en su dirección desde un contrario, estando en situación de fuera de juego.

En la práctica, un jugador en posición de fuera de juego puede ser penalizado antes de jugar o tocar el balón si, según el árbitro, ningún otro compañero de equipo que no se encuentre en fuera de juego

La interpretación del árbitro de estas nuevas definiciones aún es objeto de controversia, sobre todo en la definición de qué movimientos puede realizar un jugador en situación de fuera de juego para que no pueda juzgarse que interfiere con un contrario.

Sanción del fuera de juego

La sanción de una infracción de fuera de juego es un libre indirecto para el equipo contrario, en el punto en el que se cometió la infracción. Algunos árbitros, a discreción, permiten que el juego continúe si el equipo contrario ya tiene la ventaja o el balón, para agilizar el juego.

Arbitraje

Para la aplicación de esta regla, el árbitro depende en gran medida de su árbitro asistente, que normalmente se sitúa paralelamente con el penúltimo defensor de la parte del campo en que se encuentra (las técnicas exactas de posicionamiento son más complejas).

La tarea de los árbitros asistentes respecto a los fuera de juego pueden ser difíciles, ya que deben estar atentos a los ataques y a los contraataques, considerar qué jugadores se encuentran en posición de fuera de juego cada vez que se juegue el balón (a menudo desde el otro extremo del campo), y determinar si los jugadores situados en fuera de juego están involucrados en la jugada. El riesgo de error de arbitraje se amplifica por el efecto de la perspectiva, que se hace presente cuando la distancia entre el jugador atacante y el árbitro asistente es significativamente distinto de la distancia al jugador defensor, y el árbitro asistente no está en línea con este último. La dificultad de detectar un fuera de juego es, a menudo, infravalorada por los espectadores. Tratar de determinar si un jugador está en línea con un adversario en el momento en el que se golpea el balón no es fácil: si un atacante y un defensor corren en direcciones contrarias, pueden alejarse dos metros en una décima de segundo.

Historia

Habitualmente se cree que la regla de fuera de juego es una incorporación reciente para combatir la actitud de "chupagoles" o "palomero" en la que los jugadores atacantes permanecen cerca de la portería contraria para aprovechar balones chutados hacia delante, pero de hecho se remonta a los primeros años del juego, en los que era mucho más estricta que ahora. Un jugador estaba "fuera del juego" si se situaba por delante del balón (compárese con el actual fuera de juego del rugby — juego que tiene los mismos orígenes que el fútbol), esto es, entre el balón y la portería contraria. Esta regla no era universal —las reglas originales del Sheffield F.C. no tenían fuera de juego, y jugadores conocidos como kick throughs se posicionaban permanentemente cerca de la portería de los oponentes.

En 1848, HC Malden mantuvo una reunión en sus habitaciones del Trinity College, Cambridge en la que se trató el problema. Representantes del Eton, la Harrow, la Rugby, la Winchester y la Shrewsbury acudieron, cada uno llevando su propio conjunto de reglas. Tras varias horas de conversaciones se definió lo que se considera el primer juego de "reglas de Cambridge".

Desafortunadamente, se han perdido todas las copias de estas reglas de 1848, pero se cree que incluyen reglas que definen los saques de banda, saques de puerta, líneas de centro del campo, reinicios, y la prohibición de agarrarse o empujarse. Incluso permitían que una cadena se usara como larguero.

Lentamente, según se probaron, estas reglas se rescribieron en años sucesivos, y un conjunto revisado de las Reglas de Cambridge apareció en 1856. Una copia de estas reglas, que se cree que son las más antiguas que se conservan, puede encontrarse en la biblioteca de la Shrewsbury School.

Según evolucionó el fútbol en la década de los 60 y de los 70 del siglo XIX, la regla del fuera de juego fue el mayor motivo de discusión entre clubes. Sheffield eliminó a los "palomeros" rectificando sus normas de modo que fuera necesario la situación de un miembro del equipo defensor entre el jugador atacante y la portería contraria; la Football Association también se comprometió ligeramente y adoptó la idea de tres de Cambridge. Finalmente, Sheffield adoptó la norma de la F.A., y la regla de los "tres jugadores" se mantuvo hasta 1925.

El cambio a la regla de los "dos jugadores" llevó a un incremento inmediato en la cantidad de goles anotados. Se marcaron 4.700 goles en 1.848 partidos de fútbol de liga en los años 1924/25. Esta cantidad se elevó a 6.373 goles con el mismo número de partidos en la liga 1925/26.

En 1990 la regla se modificó para considerar que un atacante en línea con el penúltimo oponente no se encontraría en situación de fuera de juego. Este cambio fue parte de un movimiento general de las máximas autoridades del deporte para favorecer el fútbol atacante y permitir que el juego se desenvolviera con más libertad.

En 2003, la FIFA publicó unos consejos más restrictivos para penalizar los fueras de juego, de modo que se favoreciera el juego atacante. De esa manera, un jugador en una posición de fuera de juego no se penaliza siempre, sino que dependerá de sus acciones y posición. Con esta modificación, los atacantes ya no serían penalizados si se encuentran en una posición de no-fuera de juego aunque tuvieran a un compañero de equipo en posición de fuera de juego, siempre y cuando éste se encuentre en actitud pasiva. Esto ha permitido que se marquen más goles a través de pases legítimos a través de la defensa.

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